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Conozcamos a Pedro Fernández.

  • revistawhomendoza
  • 11 dic 2017
  • 6 Min. de lectura

El es Pedro Fernández o como lo conocimos nosotros, y tal vez mucho de ustedes, Peter Boya. Cuando salimos a buscar fotógrafos por la ciudad de Mendoza para traerlos a la revista nos decidimos por Peter porque lo seguimos hace un montón desde nuestras cuentas personales y siempre nos fascino su laburo.

Para nosotros es uno de los mejores fotógrafos que retrata a la perfección el día a día de la provincia y de la gente que la habita.

Sus fotos callejeras nos llevan a otra dimensión y nos hace recordar que la belleza de Mendoza se encuentra en sus simples cosas.

Le hicimos varias preguntas y el casi se armó la nota solo con la historia que nos contó de su vida.

“Nunca supe bien cuándo y cómo nació mi pasión por la fotografía, pero sí recuerdo que me divertía mucho cuando era chico e iba de vacaciones a Mar del Plata con mis viejos. Ellos me prestaban esas cámaras de rollo (los 90), negras, comunes y me gustaba eso de que después tenías que esperar para ver las fotos, cerca de mi cumpleaños tipo 20 de enero. En el momento era re divertido, mirar, poner a mis viejos, mi hermana, cortar cabezas, y un montón de experimentos más que hacía, no sé a mí me re divertía, no era todo el tiempo, pero seguro que aparecía la cámara cuando me empezaba a aburrir.

Después crecí y ya mi diversión en las vacaciones era otra, o no sé qué paso pero no saqué más.

Ya hace algunos años con la aparición de las digitales y los teléfonos empecé a notar más que nada con el teléfono que habían cosas tremendas, o pasaban cosas increíbles y el celular tiene cámara, y casi por instinto empecé a sacar fotos, fotos que después quizás ni miraba, o que eran hediondas.

Buscando un protector para el celular hace un año y pico terminé en un local, de esos re raros de la calle Buenos Aires, y había una analógica re vieja toda abollada que decía “$300”, le pregunté si andaba y me dijo que sí, y se la compré, medio de manija.

Empecé a disparar y cuando a los dos días fui a revelar ahí mismo el rollo no salió ninguna, pues claro, no tenía ni idea de cómo usarla, de la obturación, las velocidades, de nada.

En el laburo un compañero que se dedica a la fotografía, iluminación y todo eso, empezó a explicarme con dibujitos y ejemplos todos esos temas que no entendía.

Gasté rollos y rollos hasta que aprendí, lo malo era que esa cámara no tenía fotómetro entonces, sin saber ya sabía un montón. Y así fue que me compré otra mejorcita pero igual de vieja, me fui sólo unas vacaciones a Chile y ahí no hice otra cosa que gastar rollos, fue cuando más me divertí.

Después de ya saber y descubrir el mundo hermoso de la analógica, de sus misterios quedé un toque enamorado y empecé a dejarlo más como un lujito que me daba, porque me compré una digital, casi medio de casualidad también.

Nunca había expuesto ni nada, era como mi diversión agarrar una foto del día que me haya gustado y subirla a las redes, y una amiga, Fer Japaz, me propuso exponer mis fotos en la Vendimia Urbana. Ahí sin saber nada fui de caradura y expuse un montón de fotos. Y cuando digo un montón, posta eran un montón, alrededor de 200 fotos.

Después de eso salieron otras exposiciones re divertidas, en Taverna dos veces, en la Feria Jedy, en exposiciones de diferentes ramas, y eso fue manso.

De ahí algunas personas me empezaron a contactar para ver si me prendía en un proyecto, en otro, y así fui haciendo algunas cosas divertidas con extraordinarias personas y nunca lo sentí como un trabajo, me seguía divirtiendo.

También trabajo en la Revista Zero escribiendo reseñas de discos, y surgió la idea de hacer fotos para las notas, las tapas y también estuvo bueno. Se sumó con una propuesta similar la Revista Street y también salieron cosas lindas. Muchas bandas amigas se copan con que les haga las fotos y también, me divierto, creamos, nos divertimos. Desnudos, hasta looks y retratos.

Lo pienso como una diversión, un desafío y hasta algo terapéutico, me costaría tomármelo como un trabajo, creo que ahí dejaría de ser divertido ya”.

Claramente las fotos que más le gustan hacer son las de la calle, para él la fotografía callejera tiene una espontaneidad que es encantadora, que no conoce de técnicas y que va más por lo que el momento capturado le genera al fotógrafo, este tipo de fotografía juega con sus emociones y su curiosidad haciéndolo mirar de otra manera cuando sale a la calle, también aprendiendo a mirar, a predecir o a pretender momentos. Es lo que más lo entretiene y no lo planea, nos cuenta que simplemente él está en la calle y que cuando los momentos se dan el saca su celular y hace arte, sin importar que la calidad de la cámara de su teléfono no sea la misma que la de una cámara profesional para Peter si saca fotos ya es algo magnifico.

También le gusta sacarle fotos a bandas en vivo, en los backstage, le gusta lo que genera el escenario, la puesta en escena, no importa donde toque la banda, en un escenario grande, chico, un sótano o un patio, la foto la hace completamente la banda, sus integrantes y las emociones que transmiten al tocar. Dice que casi siempre le saca a sus amigos y que eso los hace verlos de otra forma.

La preguntamos cuál era su fuente de inspiración cuando aprieta el botón de la cámara.

“No sé si hay algo puntual, sí sé que me gusta escuchar algún disco con los auriculares, o si es con personas el trabajo siempre tiene que sonar algo, que haya un buen clima, ya sea conmigo mismo o en grupo creo que es fundamental, y después no sé si existe ese “algo” que me inspire, el 99% me inspira saber que es algo que me va a divertir”.

Notoriamente lo que busca expresar a través de sus fotos son las emociones, no sabe muy bien todavía, pero la emoción de una cara, el clima de una situación, de cómo se sentía el en el momento es lo que quiere lograr, casi una representación de lo que le pasa por dentro a la hora de la foto.

Nosotros tenemos un sinfín de fotos favoritas suyas pero le pedimos que nos pasara la favorita de él.

“Mi foto favorita es la de un señor que iba caminando por la peatonal con un ramo de flores. Cuando la subí una chica la comentó diciendo que lo conocía y me contó una historia re linda. Ese día, el de la foto, era viernes, y el señor con 90 y pico de años todos los viernes le lleva flores a su esposa que lo espera en casa”.

Cómo a todos los fotógrafos que vamos trayendo a la página para que conozcan le preguntamos si tenía algún referente del rubro.

“Sinceramente no soy muy conocedor, no soy de saber de autores, corrientes y esas cosas. De una u otra manera van llegando a vos fotos, encuadres en películas, que tienen autor y no lo conoces, y sin conocerlo aun así te emocionan. Seguramente mis referentes sean anónimos. No lo sé. Sí admiro a muchos, al Coco Yañez, a Joaquin Ignacio Brito, al Tom Escobar, a la Colo Dottori, al Chimi Ríos y al Pablito Donna”.

Para el cada momento de charla que ha compartido espontáneamente con alguien que fotografía al azar, ya sea en barrios, ciudades, calles, esas charlas son una de las mejores cosas que le ha dado esto al igual que los recitales de sus amigos.

Nos cuenta que ama su provincia, que su base es Mendoza, que si lo llamaran de afuera dice que volvería pero que uno nunca sabe dónde el destino nos puede llevar.

Finalmente quisimos saber qué opinaba el al respecto de la fotografía local.

“Hay un montón de monstruos, que se dedican a la fotografía, que es su trabajo y son los mejores, y otros que están en la misma que yo, que se divierten. Hoy por hoy todos podemos sacar fotos, todos podemos divertirnos y sobre todo qué bueno que sea un trabajo, que genere trabajo y como tal las empresas se tendrían que dar cuenta, con los trabajadores, sus sueldos, sus acuerdos laborales y que una foto vale”.

Fue un gusto hablar con Peter y enterarnos de que aparte de sacar unas fotos espectaculares es una persona fuera de lo común.

Y para cerrar la nota les dejamos algo que nos dijo que nos quedó dando vueltas en la cabeza y no podemos no ponerlo acá.

“Más que una pasión, para mí la fotografía se transformó en un juego, un juego que me divierte y que constantemente, e inconscientemente, me desafía. Te saca el aburrimiento, si lo hago lo hago porque me divierte. Por ahí hay gente que sale a correr, a jugar al fútbol, al tenis, yo salgo a callejear y sacar fotos de lo que veo, de cosas que llaman mi atención, cosas que me dejan pensando algo, o me hacen recordar”.

¡Gracias Peter por prenderte a charlar con nosotros!

Acá les dejamos sus redes para que lo sigan y vean un poco del mejor arte callejero de Mendoza.

Facebook: pedroasinomas

Intagram: @peterboya

Twitter: @peterboya


 
 
 

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